La ministra Siches debe entender que salió de la universidad y que ya no es miembro de un centro de alumnos. Es ministra de Estado. Todo lo que ella diga tendrá consecuencias, sobre todo si realiza una denuncia de estas características en una comisión de la Cámara de Diputados.
Es esperable que su denuncia movilice a la institucionalidad y no puede pretender bajarle el perfil a lo ocurrido mediante Twitter y hacer como que nada hubiese pasado.
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Que la fiscalía tomara cartas en el asunto, demuestra la gravedad de la situación. Por otra parte, si hubiese estado en conocimiento de un hecho tan grave como el descrito, tiene el deber de denunciar, por tanto, su omisión reviste un grave atentado contra el deber de denuncia, en consecuencia, se debe investigar hasta las últimas consecuencias.
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