La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, expresó su preocupación por la decisión de Venezuela de expulsar al personal de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Jean-Pierre afirmó que Estados Unidos seguirá vigilando la situación en el país.
El gobierno venezolano ordenó a la agencia de derechos humanos de la ONU suspender sus operaciones y abandonar el país en las próximas 72 horas, alegando que están apoyando a “golpistas” y “terroristas”. Esta decisión ha generado preocupación internacional y ha llevado a la comunidad internacional a instar a Venezuela a respetar los derechos humanos.
Estados Unidos ha sido crítico del gobierno de Venezuela en el pasado debido a su historial en materia de derechos humanos. La expulsión del personal de la ONU es vista como un intento de silenciar a los observadores internacionales y evitar la rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos en el país. La declaración de Jean-Pierre deja claro que Estados Unidos continuará monitoreando la situación y probablemente tomará medidas adicionales si considera necesario.
Esta noticia muestra cómo la situación en Venezuela sigue siendo preocupante y cómo la comunidad internacional está prestando atención a los acontecimientos en el país. La expulsión del personal de la ONU es un paso más en la deteriorada situación de los derechos humanos en Venezuela, y aumenta las preocupaciones sobre la falta de transparencia y rendición de cuentas por parte del gobierno venezolano.