El presidente Nicolás Maduro ha expresado en varias ocasiones su desacuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en Venezuela, acusándola de parcialidad y de interferir en los asuntos internos del país.
Sin embargo, es importante recordar que la función principal de esta oficina es monitorear y documentar la situación de los derechos humanos en Venezuela, así como brindar asistencia técnica y recomendaciones para mejorar la situación en el país.
“Esa oficina técnica y algunos de sus voceros rompieron los términos, los principios del acuerdo firmado, violaron la letra y el espíritu de la Carta de la ONU”, declaró Maduro.
“Todos se fueron del país el sábado, afortunadamente, y así será hasta que esa oficina no respete la letra de la ONU, no respete la independencia y soberanía de Venezuela, y no rectifique y pida disculpas”, declaró
Las acusaciones de Maduro de que la oficina se ha convertido en una agencia de “espionaje y conspiraciones” no han sido respaldadas por pruebas concretas.
Es fundamental que cualquier denuncia de este tipo sea respaldada por evidencia verificable y se respete el trabajo legítimo de monitoreo de los derechos humanos que realiza la ONU en Venezuela.