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Reconstruyendo el futuro: El caso de Chile y su empobrecimiento

10 meses hace

Este texto presenta una perspectiva crítica sobre el gobierno  que ha gobernado Chile desde marzo de 2022, destacando problemas económicos, sociales y de seguridad que se han intensificado durante su mandato. Se mencionan aspectos como el empobrecimiento económico, la crisis en la calidad de la educación y salud pública, el aumento de la inseguridad, la ineficacia en la gestión de incendios, el aumento de la delincuencia y la migración de profesionales calificados, entre otros.

El autor sugiere que se necesitan cambios esenciales para reconstruir las instituciones y la confianza en el país, así como para derrotar el terrorismo y la delincuencia. Se destaca la idea de construir una coalición amplia desde el centro hasta la derecha como camino para superar los desafíos actuales y reconstruir la economía chilena.

Es importante tener en cuenta que este texto refleja una opinión particular sobre la situación en Chile y puede haber diferentes puntos de vista sobre las causas y posibles soluciones a los problemas mencionados.

Empobrecimiento y reconstrucción de Chile

 

Con los ATC (Actos Terroristas Coordinados, el mal llamado “Estallido Social”), a partir de octubre 2019, la extrema izquierda y la delincuencia quemaron y asaltaron a medio Chile, apoyados por buena parte de la izquierda en el Congreso. Se acusó constitucionalmente al Presidente Piñera, quien, contra la oposición cerrada de dicha izquierda y el abandono de parte de la derecha, guió al país dando la “Vuelta Larga” (G. Blumel), resistiendo la caída al precipicio no democrático.

La gestión de la coalición de extrema izquierda que gobierna desde marzo de 2022 ha intensificado el empobrecimiento de Chile, a través de malas propuestas “refundacionales” (reformas constitucional, previsional y tributaria), intentos de quiebra y estatización de industrias privadas (Isapres, AFP, litio, electricidad, agua) y una gestión inepta del Estado.

El empobrecimiento económico está a la vista. Mientras que el mundo creció a un 3,3% anual, este Gobierno logró una contracción del Imacec de 1,4% anual entre diciembre de 2021 y diciembre de 2023. Mientras que el Gobierno contrata a miles de empleados públicos desde marzo de 2022, el empleo privado formal disminuye y el desempleo aumenta. La inversión privada está estancada, la inversión pública no se ejecuta y la productividad sigue cayendo.

Los chilenos, especialmente los más vulnerables, sufren un deterioro creciente en la calidad de la educación pública y la salud pública. Cae el rendimiento escolar en la educación pública y las listas de espera en la salud pública llegan a 2,4 millones de personas, de las cuales mueren 37.000 personas al año.

La mayor tragedia humana en Chile ocurrió hace pocas semanas: los incendios forestales y urbanos en Viña del Mar, que costaron más de 135 muertos y decenas de heridos. Pero en contraste con febrero de 2010, este drama no tuvo causas telúricas, sino humanas. Al menos, la explicación oficial sobre la causa última de los incendios ha mutado desde la opinión del ministro Montes (“los conejos se queman y llevan el fuego a otras zonas”) al reconocimiento de la intencionalidad por el Presidente Boric (“esto es homicidio”). Pero no ha dicho que la mayor causa de destrucción de biodiversidad y emisión de CO2 son los incendios forestales, que se han más que duplicado debido a la ineficaz prevención y gestión gubernamental.

Bajo este Gobierno, la tasa de homicidios ha aumentado desde 3,5 a 5,0 por 100.000 habitantes y la percepción de inseguridad ha crecido de 82% a 91% de la población.

Desde que se relajó bajo Bachelet II el control inmigratorio, ha llegado a Chile más de un millón de personas sin calificación ni educación, incluidos terroristas y bandas de narcotraficantes. En cambio, emigran de Chile cada vez más profesionales y técnicos de alta calificación; unos 100.000 lo han hecho desde fines de 2019.

Desde noviembre de 2021, 212 contribuyentes de alto patrimonio han realizado procesos de cambio de domicilio tributario para irse de Chile; otros 488 contribuyentes de patrimonio menor también lo han hecho. Las salidas de capitales en los últimos años se estiman en US$ 75.000 millones. Las causas de este éxodo de capital humano y financiero son obvias: los ATC, la creciente inseguridad y las propuestas de reformas de este Gobierno.

Es improbable que este Gobierno dé un giro en su orientación y gestión. Por eso es probable que lleguemos a marzo de 2026 con un ingreso por habitante inferior al de marzo de 2022. Serán cuatro años perdidos, en condiciones de bonanza mundial.

El siguiente gobierno deberá implementar cambios esenciales para reconstruir las instituciones y la confianza, reducir la delincuencia y derrotar el terrorismo, y sentar las bases institucionales y económicas para reconstruir la economía chilena. El Presidente Piñera invitó a realizar esto construyendo una coalición amplia desde el centro hasta la derecha. Construir esta coalición será el mejor homenaje a este gran Presidente que tuvo Chile. (El Mercurio)

Klaus Schmidt-Hebbel

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