En medio de la inauguración de una planta desalinizadora en la mina Los Pelambres, el presidente Gabriel Boric pronunció unas palabras enigmáticas que han desatado controversia en el ámbito político. Tanto sus ministros como los periodistas se han mostrado perplejos ante la reflexión del mandatario.
Durante su discurso, hizo un llamado a la confianza y al optimismo, instando a trabajadores y empresarios a colaborar estrechamente en aras del progreso. Asimismo, enfatizó la importancia de la colaboración público-privada y abogó por dejar de lado los prejuicios hacia las empresas, instando a evaluarlas según su desempeño y contribuciones, en lugar de basarse en estereotipos arraigados.
En una nota más críptica, invitó a los empresarios a abandonar la actitud soberbia que los lleva a menospreciar a los gobiernos elegidos democráticamente. Con una analogía peculiar, el presidente concluyó su intervención con la frase: “Más Narbona, menos Craig“.
En una entrevista con radio Duna, la ministra Tohá confirmó que se estaba refiriendo a la familia Luksic al señalar que era necesario buscar formas de debate constructivas que logren concretarse. Expresó que el mensaje del Presidente iba en esa línea, promoviendo un enfoque más constructivo y menos paralizante o descalificador.
Tohá explicó que, según el Presidente, Narbona (Fontbona) representa la actitud constructiva que se debe seguir, sugiriendo que se busque una forma similar para avanzar en las discusiones. Destacó que avanzar en las discusiones no significa evitarlas, ni dejar de sentir pasión por las propias ideas, sino más bien, evitar el deseo de destruir al otro. Subrayó que es imprescindible superar esa actitud destructiva.
Asimismo, Tohá rechazó la utilización del adjetivo “destructivo” al referirse a Luksic Craig, indicando que el Presidente intentaba promover un estilo menos confrontacional en contraposición a otro estilo, sin etiquetar específicamente como destructivo al mencionado.