La petición de los parlamentarios no es mera formalidad; también incluye un llamado enérgico a la remoción de los equipos técnicos encargados de las proyecciones fiscales. Según RN, la continuidad de estos equipos resulta insostenible tras cometer errores significativos que han repercutido en la salud fiscal del país. Las críticas se extienden hacia la gestión del actual gobierno, al que se acusa de desestimar advertencias de expertos y organismos técnicos sobre las desviaciones en las proyecciones financieras.
El debate cobra urgencia con cifras alarmantes: el ratio de endeudamiento público respecto al Producto Interno Bruto (PIB) ha aumentado notablemente, alcanzando el 42,2% al cierre de 2025 y proyectándose al 43,2% para 2026. Este ascenso cercano al límite prudente del 45% resaltado por el Consejo Fiscal Autónomo es un indicativo, según los diputados, de una mala gestión fiscal que no puede pasarse por alto, dado el incremento de 7 puntos porcentuales en la deuda neta desde el inicio de la administración actual.
Adicionalmente, la bancada critica la incapacidad del Presidente Boric para cumplir con las metas de balance estructural que su propio Gobierno había establecido. Este incumplimiento es considerado por los legisladores como una “grave negligencia”, especialmente al solicitar más recursos sin un control riguroso sobre su uso y destino.
Los diputados de RN se oponen a discutir un nuevo presupuesto en un contexto de incertidumbre fiscal, argumentando que carecemos de claridad sobre el uso de los recursos asignados en años anteriores. “Se nos conmina a construir y aprobar un Presupuesto Público basado en proyecciones que el propio Gobierno ha tenido que corregir reiteradamente”, advierten, lo que pone en tela de juicio la fiabilidad y validez de las estimaciones para el futuro.
Finalmente, la solicitud de sinceramiento de las cuentas fiscales incluye información detallada sobre los modelos de proyección de ingresos, la deuda flotante y los márgenes fiscales a ser entregados a la próxima administración. Con estas exigencias, los legisladores buscan asegurar una rendición de cuentas transparente y rigurosa, en la esperanza de que se adopten medidas correctivas efectivas que prevengan una crisis fiscal en el futuro. Este entorno tenso refleja no solo las fricciones políticas entre el Gobierno y la oposición, sino también una preocupación colectiva por la estabilidad y sostenibilidad de las finanzas públicas en Chile.
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