El evento, ocurrido el sábado, reunió a varios presidentes de la región, incluidos Yamandú Orsi (Uruguay), Daniel Noboa (Ecuador) y Santiago Peña (Paraguay). Sin embargo, el saludo entre Boric y Milei eclipsó las interacciones con otros mandatarios.
Al ingresar, Milei, conocido por su estilo enérgico, saludó cordialmente a los líderes presentes. Pero al llegar ante Boric, este permaneció sentado y solo extendió su mano, a pesar de la sonrisa que lo acompañaba. Este gesto, considerado “curioso” por el medio Clarín, ha generado opiniones sobre la frialdad del saludo en comparación con la cercanía mostrada hacia otros dignatarios.
Distancia Preexistente entre Boric y Milei
La relación entre ambos mandatarios viene marcada por un trasfondo de desacuerdos. Milei ha criticado abiertamente a Boric, calificándolo como “empobrecedor” en sus discursos, mientras critica las políticas de izquierda en la región.
Cabe resaltar que la presencia de Boric fue histórica: es la primera vez en 19 años que un presidente chileno asiste a un cambio de mando en Bolivia, un hecho que no pasó desapercibido. La última vez que esto ocurrió fue en 2006, durante la llegada de Evo Morales a la presidencia.
Durante su discurso, Rodrigo Paz agradeció a las naciones cercanas, resaltando especialmente a Argentina, Chile y Ecuador—países que han sido refugio durante su exilio político. Al mencionar a Chile, el nuevo presidente evocó su experiencia en el barrio de Macul, añadiendo una dimensión personal a su intervención.
Este breve, pero significativo saludo entre Boric y Milei no solo resalta las tensiones existentes entre ambos líderes, sino que también ilustra un contexto político más amplio en América Latina, donde las relaciones internacionales están marcadas por momentos simbólicos que pueden indicar futuros caminos hacia la cooperación o la discordia en la región.
]]>