Durante el bloque de seguridad, Matthei, exalcaldesa de Providencia, destacó su compromiso con la lucha contra el crimen y la delincuencia. En un tono directo, rechazó el uso de medidas defensivas en lugar de enfocarse en la protección de los ciudadanos: “Durante ocho años luché como alcaldesa en contra del crimen organizado, en contra de la delincuencia, en contra del comercio ilegal. No me escondí nunca detrás de un vidrio”, sentenció, aludiendo claramente a la imagen de Kast en su acto de campaña en Viña del Mar.
Además, Matthei enfatizó su compromiso con los cuerpos de seguridad, afirmando que “en vez de protegerme yo, voy a protegerlos a ellos” y comprometió su respaldo a los Carabineros y a las Fuerzas Armadas, sugiriendo un uso más efectivo de su armamento para combatir la criminalidad.
A pesar de la clara alusión, Kast mantuvo un perfil bajo y se abstuvo de responder directamente, enfatizando antes del debate que no tenía “miedo a nada ni nadie” al abordar su situación de seguridad personal. Esta discrepancia en las posturas refleja las diferentes visiones de ambos candidatos sobre la seguridad pública y su gestión.
El debate no solo puso de relieve las tensiones entre ambos candidatos, sino que permitió a Matthei posicionarse como la candidata que promueve una estrategia activa frente a la creciente inseguridad en Chile. Mientras la candidata de Chile Vamos se presentó como una figura de cercanía y compromiso comunitario, Kast se mantuvo en una línea de defensa más conservadora.
En última instancia, este intercambio retrata una cruzada política donde cada líder busca resonar con los votantes preocupados por la delincuencia y la seguridad nacional. La forma en que cada candidato proyecta su enfoque hacia estos temas marcará su capacidad para conectar con el electorado en un momento clave para el futuro del país.
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