The Times en EspañolDurante la rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump fue claro: “Nosotros no tuvimos nada que ver con Epstein. Los demócratas sí. Todos sus amigos eran demócratas… Estuvieron con él todo el tiempo; yo no”. Esta declaración surge en medio de un intenso escrutinio mediático tras la publicación de correos electrónicos y documentos que vinculan a Epstein con diversas figuras del mundo político y social.
El expresidente indicó que todo este asunto es un “engaño” diseñado para distraer de su gestión. En un esfuerzo por reafirmar su posición, Trump enfatizó su compromiso de firmar un proyecto de ley que permita la divulgación de los archivos de Epstein, siempre que sea aprobado por el Congreso. “Les daré todo”, afirmó, posicionándose como un defensor de la transparencia y la responsabilidad en medio de la creciente atención pública sobre el caso.
La polémica en torno a Epstein, quien se suicidó en prisión en 2019 tras ser acusado de múltiples delitos sexuales, ha revivido debates sobre la ética y las conexiones dentro de la política estadounidense. Trump, al asociar a Epstein con los demócratas, busca reforzar su narrativa de que las controversias en su contra son tácticas de oposición. “Quiero que la gente reconozca el gran trabajo que he hecho”, subrayó, desviando así el foco del debate hacia sus logros como mandatario.
A medida que surgen nuevas revelaciones sobre Epstein, el presidente intenta mitigar cualquier relación percibida con el caso y reafirmar el apoyo de sus bases. Esta estrategia podría jugar un papel crucial ante los desafíos electorales venideros en un clima político cada vez más polarizado. Con cada nueva información, las relaciones entre los partidos se tensan, y la manera en que Trump maneje esta controversia podría definir el futuro del Partido Republicano en un entorno tan frágil.
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