El Movilh expresa su repudio absoluto ante las “declaraciones infundadas” del diputado Diego Schalper, quien ha criticado la publicación sin conocer su contenido y sin que haya sido promovido en espacios públicos.
Schalper argumenta que “el Congreso, a través de su comisión investigadora sobre terapias hormonales, manifestó una opinión disidente respecto a cualquier terapia o visión afirmativa sobre la identidad de género”. En declaraciones a Radio Biobío, añadió que resulta sorprendente que el Ministerio de Desarrollo Social y otras entidades estatales respalden publicaciones de organizaciones que, según él, promueven una ideología específica en un asunto tan sensible, obviando el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos.
En respuesta, el Movilh sostiene:
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Promover los derechos humanos de todas las infancias y adolescencias, sin discriminación por identidad de género, no es una ideología. Los derechos humanos son universales. Es profundamente prejuicioso intentar imponer creencias personales o corporativistas sobre estos derechos, como sugiere Schalper.
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La comisión investigadora mencionada por el diputado carece de efecto legal. La Ley 21.120 establece que el Estado debe garantizar apoyo a los niños, niñas y adolescentes en el reconocimiento de su identidad sin presiones externas. Invocar dicha comisión para justificar la discriminación es engañoso.
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Es desproporcionado y falso vincular un cuento infantil con la “hormonización” de NNA. “Ariel es una niña” no aborda tratamientos médicos; es un relato que busca ofrecer esperanza y reconocimiento a NNA trans y guiar a familias y comunidades educativas.
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Es Schalper, no el Movilh, quien intenta vulnerar el derecho de las familias a decidir cómo educar a sus hijos. Cada familia y establecimiento que decida leer y utilizar este cuento lo hará libremente. No corresponde que un parlamentario intente prohibir o censurar contenidos que no ha leído.
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Alarmante resulta que un congresista se oponga públicamente a un libro que desconoce por completo. Su rechazo automático solo evidencia prejuicio y una negación a la realidad: los niños, niñas y adolescentes trans existen y tienen derecho a ser respetados.
-En menos de 24 horas, el Movilh ha recibido más de 800 solicitudes del cuento, provenientes de colegios, jardines infantiles, madres, padres y apoderados. Schalper debe saber que “Ariel es una niña” llegará a todos esos espacios, promoviendo el interés superior del niño, el respeto a la autonomía progresiva y la no discriminación. Ningún intento de censura detendrá este proceso.
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