The Times en EspañolLa Ley Jacinta no solo es el resultado de un proceso legislativo, sino también de una profunda historia humana que nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la importancia de la prevención. Se inspira en la memoria de Jacinta, cuya trágica pérdida ha movilizado a un país, convirtiendo el dolor en un motor para el cambio y el desarrollo de políticas públicas efectivas.
Con esta votación, el Congreso despacha a ley una iniciativa que tuvo un contundente respaldo previo en el Senado y que fue impulsada por la diputada Erika Olivera, junto al patrocinio de las diputadas y diputados Emilia Nuyado, Carolina Tello, Emilia Schneider, Joanna Pérez, Mauricio Ojeda y Cosme Mellado.
Un contexto marcado por la tragedia
El nombre de la ley evoca la historia de una niña que, como muchas, tuvo su vida interrumpida por un accidente que podría haberse evitado. Esta experiencia no solo golpeó a su familia, sino a toda una comunidad que se unió en el clamor de no permitir que otra tragedia similar ocurriera. En este sentido, la Ley Jacinta es un símbolo de resiliencia y un llamado a la acción para todos los chilenos, instando a un cambio de mentalidad en la forma en que percibimos la seguridad en nuestras calles y caminos.
Impacto multidimensional de la Ley Jacinta
La Ley Jacinta tiene un enfoque integrador, planteando una respuesta a diversas áreas que afectan a la seguridad vial. Entre sus principales líneas de acción se incluyen:
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Fortalecimiento de la Infraestructura Vial: Se prevé una inversión significativa en mejorar las carreteras, calles y caminos, con la incorporación de señales adecuadas, pasos peatonales y adecuadas iluminación en zonas de alta afluencia, especialmente las que rodean escuelas y áreas residenciales.
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Educación y Concienciación: La ley impulsará campañas de educación vial que involucren a niños, jóvenes y adultos, fomentando un cambio cultural en la forma de conducir, caminar y compartir el espacio público. Se buscará transformar la seguridad vial en una responsabilidad colectiva.
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Tecnologías Avanzadas: Se harán inversiones en tecnología que permitirán una mejor vigilancia y control del tránsito, como semáforos inteligentes y sistemas de monitoreo que alerten sobre condiciones peligrosas.
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Protección de Grupos Vulnerables: La ley tiene un enfoque especial en la protección de niños, niñas y personas con discapacidad, garantizando que se implementen medidas específicas para salvaguardar sus derechos y bienestar en las vías públicas.
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Promoción de la Movilidad Sostenible: Además de las medidas estrictamente viales, se fomentará el uso de bicicletas y transporte público, promoviendo así una movilidad más amigable con el medio ambiente y que fomente el respeto por la vida.
Agradecimientos y un mensaje de unidad
Max Schnitzer, el padre de Jacinta y uno de los principales impulsores de esta ley, expresó su agradecimiento a todos los actores involucrados en este proceso legislativo. “Agradezco al Poder Ejecutivo, ministros y subsecretarios, así como a todos los parlamentarios que mostraron su compromiso con este proyecto. Esta ley representa respeto por la vida y un compromiso país con la seguridad vial. Es un paso concreto para que historias como la de Jacinta no se repitan”, subrayó.
La aprobación de la Ley Jacinta no solo es un procedimiento administrativo; es un mensaje poderoso de que Chile puede unirse en tiempos de adversidad, y que cada voz cuenta en la lucha por la vida y la seguridad.
Un futuro más seguro
Con el despacho final de esta ley, Chile se posiciona como un país que avanza hacia un futuro más seguro y consciente. La Ley Jacinta se erige como un hito legislativo que refleja no solo el dolor, sino también la esperanza y el compromiso de una nación que elige cuidar a sus ciudadanos. A medida que nos acercamos a la promulgación de esta ley, la comunidad entera se prepara para un cambio que, sin duda, salvará vidas y recogerá el legado de Jacinta.
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