El portavoz del ministerio, Lin Jian, califica estas críticas como hipócritas, resaltando que las naciones mencionadas parecen ignorar el contexto más amplio que incluye a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán. Lin argumenta que el fortalecimiento militar de estas fuerzas desestabiliza la región y que los comentarios externos representan una interferencia en los asuntos internos de China.
Lin enfatizó que Taiwán es una parte inalienable del territorio chino y que cualquier diálogo sobre su independencia es inapropiado. Además, se refirió al principio de “Una Sola China” como un consenso universal en la comunidad internacional, que rige las relaciones diplomáticas chinas con los 183 países que tienen lazos formales con el país.
La portavoz apeló a Japón, Australia y otros países europeos para que cesen su interferencia y muestren un mayor respeto por la soberanía de China, argumentando que este respeto es vital para la estabilidad regional. Su discurso no solo refleja la postura oficial de China, sino que también es un llamado a evitar manipulaciones políticas que podrían incrementar las tensiones en el Estrecho de Taiwán.
En un panorama geopolítico cada vez más complejo, donde Estados Unidos también apoya a Taiwán, la respuesta de China se produce en un momento crítico. La importancia de las declaraciones del Ministerio de Relaciones Exteriores enfatiza cómo Taiwán sigue siendo un punto central de contención en las relaciones internacionales, moldeando no solo la dinámica regional, sino también global.
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